El símbolo por antonomasia de la Alemania Nazi fue, sin lugar a dudas, aparte de la icónica figura de Adolf Hitler, la famosa y característica esvástica o cruz gamada. La enseña con forma de cruz con los brazos doblados, de color negro sobre un círculo blanco con fondo rojo, que en los inicios de la Segunda Guerra Mundial ondeó victoriosa en todos los sitios donde la Alemania nazi, con su temible guerra relámpago, arrolló militarmente a todos los ejércitos que se le pusieron por delante, ya fuera en los edificios públicos de Polonia y los países bajos, en los monumentos de Praga, en las cercanías de la Torre Eiffel y en el mismo Partenón de Grecia.